viernes, 20 de marzo de 2009

¿Crisis o suicidio?

La crisis está por llegar... No es cuestión de una crisis pasajera, ni de un abrir y cerrar de ojos de nuevo a la locura en que hemos instalado nuestras vidas, cegados por la comodidad física y mental de la que parece ser la única y mejor forma de pasar unos días por este planeta. El propósito de este blog no es otro que el experimentar, compartir y expresar las experiencias que estoy desarrollando con Patric Lecat en Finca Ojalá, Tenerife, tratando de aportar nuestra semilla al otro mundo posible, entre los muchos probables. Bienvenidos todos aquellos que crean que se puede vivir de otra manera! Bienvenidas las mentes abiertas sin lastres ideológicos, sin fanatismos dogmáticos, sin tradición castrante, ni solución o respuesta de antemano...
Hace tan sólo 500 años, la esperanza de vida de un hombre era apenas 50 años, pero la esperanza de vida de la humanidad en su conjunto era de miles de años... Hoy en día la esperanza de vida de un hombre es de unos 80 años en occidente, pero la esperanza de vida de la humanidad ha sido aniquilada: en cualquier momento alguien tiene la capacidad para destruir el planeta con una o varias bomba nucleares. Llevamos en el planeta tierra 100.000 años (unas 4.000 generaciones) y aún no hemos comprendido como vivir en paz todos los humanos sin alterar la esperanza de vida de la naturaleza, de la que somos parte y de la que dependemos para absolutamente todo (el móvil también sale de le naturaleza, la ropa, los bloques, el plástico, la comida... todo sin excepción). Esta crisis es sólo un suicidio colectivo, el capitalismo tiene los días contados (como toda expresión social, polìtica o económica de la que se tenga constancia en la historia... y el capitalismo no va a ser menos!). La avaricia y la codicia del modelo lo llevaron al borde del puente, donde estamos ahora... Y la caída va a ser dura, ya lo estamos viendo... Como comencé expresando, esta crisis no es una crisis pasajera, hasta l 2010 o el 2015, es la mayor crisis de los últimos siglos sin lugar a dudas.

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